domingo, 12 de julio de 2009

Material de Estudio Literatura Infantil Domingos 3:30 e 5:00 pm

El carácter social del lenguaje
y sufunción vertebradora del pensamiento:
la transposición didáctica traducida en el taller
de Lengua y Literatura
Amando LÓPEZ VALERO
Eduardo ENCABO FERNÁNDEZ

Facultadde Educación. Universidad de Murcia

Resumen

El lenguaje es algo tan familiar para las personas, que, tal vez por ello, no se detienen a reflexionar sobre la importancia del mismo. Desde este artículo se trata de exponer su carácter social y su labor como elemento vertebrador del pensamiento humano, estos dos axiomas influyen de un modo notable en el modo de vida de las personas y, en consecuencia, en el tipo de sociedad que éstas conforman.
Partiendo de la hipótesis de que a un mayor desarrollo de las destrezas ungúisticas de las personas, se construirá una sociedad más avanzada, se busca un modelo de enseñanza acorde con tal premisa. Ese modelo lo hallamos en la enseñanza crítica y, concretamente, en la transposición didáctica que suponen los Talleres de Lengua y Literatura. A través de su análisis, justificaremos nuestro posicionamiento.


El lenguajejuega un papel vital en la organización de formas complejas de actividad mental.
Alexandr Luna

Como versa la frase ubicada en el margen superior derecho, nuestra actividad normal está condicionada por el modo en el cual organizamos nuestro pensamiento para afrontar las distintas situaciones que la vida nos propone, y un elemento regulador, condicionante de esa planificación es el lenguaje, el cual va a asegurar dos funciones básicas en el ser humano: la de comunicar y la de representar, pero al hacerlo va a provocar directa o indirectamente una regulación tanto de la conducta individual como de la social. Estas funciones no aparecen aisladas, sino de una manera interrelacionada en todas las actividades lingíiísticas que desarrolla la persona desde su nacimiento, de ahí que la enseñanza/aprendizaje de este área de D cláctica (Lengua y Literatura)
El lenguaje se convierte así en parte esencial y fundamental del funcionamiento de la vida
humana. Veamos a continuación los motivos que justifican esta inherencia de todo lo relacionado con lo lingdístico y todo lo implicado en lo vital.

1. La no soslayabilidad vital del lenguaje
Si nos detenemos a reflexionar sólo un momento sobre nuestra actividad diaria, observareínos que la gran mayoría del tiempo hemos estado utilizando en nuestras acciones el lenguaje. Sí, éste es patrimonio humano, propiedad de todas las personas, de un modo u otro, todos y todas tenemos acceso al mismo, y hacemos uso de él sin que esa utilización se convierta en una pedantería propia solamente de ingentos ociosos. La capacidad de impregnación del lenguaje en el proceso vital humano alcanza niveles tan trascendentes que parece inimaginable una sociedad sin una forma de lenguaje que permita la comunicación con el otro y la existencia misma (Lóprz VALERO y MADRID IZQUIERDO, 1998). El lenguaje es, pues, un elemento más del andamiaje cultural que proporciona cobertura a los instintos más básicos del ser humano, es un instrumento al servicio de la protección que supone la cultura ante la posibilidad del rhanatos. Oteando una definición más concreta de este fenómeno social en que se convierte el lenguaje, hallamos que SAPtR (1986:14), delimita el término como «un método exclusivamente humano, y no instintivo, de comunicar ideas, emociones y deseos por medio de un sistema de símbolos producidos de
manera deliberada. Estos símbolos son ante todo auditivos, y son producidos por los llamados “órganos del habla”». La aparición del vocablo «método» denota queel lenguaje es un medio, un instrumento para alcanzar fines, la importancia del mismo alcanza su culmen cuando de interacciones entre iguales hablamos, cuando nos aproximamos a otra persona para interactuar, siempre utilizamos el lenguaje, no siempre con la misma manifestación del mismo (puede ser corporal, hablado, escnto,...), pero en esencia haciendo uso de él. Se desprende de la definición de lenguaje que éste es algo multiforme y heteróclito, además (le ser algo completamente familiar para todos los seres humanos, tal vez por ello, a veces no conferimos al mismo la importancia y el correcto tratamiento que merece. Es algo arriesgado aventurar que, con la mejora del tratamiento del lenguaje, las sociedades deberían prosperar, es decir, considerar al lenguaje como indicador del nivel de desarrollo de las mismas, aunque no es algo descabellado. Y no lo es por una razón evidente: existe una muy estrecha relación entre el pensamiento humano y el lenguaje, si asentimos que el progreso humano está condicionado por su pensamiento, al adherir al mismo el lenguaje, este último, de igual modo, se convierte en factor clave del tan importante

El progreso humano. Al ser el lenguaje el medio más universal de comunicación entre las personas, nos permite recibir y transmitir informaciones de todo tipo, desde una simple petición de un vaso de agua hasta un contrato de compra-venta. Según como utilicemos dicho lenguaje vamos a influir en mayor o menor medida en las personas que nosrodean, pero éstas, a su vez, cuando hablan o escriben están condicionando también nuestras propias acciones. Por todo ello estamos convencidos de que la comunicación verbal se convierte en la función esencial del lenguaje en el intercambio social.

2. Lenguaje-mente, una relación indisociable.
Muchas veces se ha planteado la cuestión de si sería posible el pensamiento sin el habla y también la cuestión de si el habla y el pensamiento no serán otra cosa que dos facetas de un mismo proceso. Pensamos que la relación diádica que se establece entre los mismos no es seccionable y ni pensamiento, ni lenguaje pueden actuar de una forma independiente; es más, tradicionalmente, los lingílistas y los filósofos han estado de acuerdo en que sin la ayuda de los signos, es decir de las manifestaciones de lenguaje (significantes y significados), las personas seríamos incapaces de distinguir los valores de manera clara y constante. Por tanto, la complementariedad es la seña de identidad que distingue el encuentro entre pensamiento
y lenguaje. Este último puede modelar incluso los pensamientos más íntimos de las personas. La hipótesis de WI-IORF nos indica que todos los niveles altos de pensamiento dependen del lenguaje, y que la estructura del lenguaje que la persona utiliza habitualmente influye sobre la forma en que ella misma comprende el medio ambiente que le rodea (WHoRI’, 1971). Este autor arguye que el desarrollo de la persona está estrechai-nente unido a la progresión de su lenguaje, cuanto más trabajado se halle este último, la visión del mundo será más compleja que la de aquella persona que posea un lenguaje mínimo. Se nos antoja que el lenguaje es la base del pensamiento; el mundo de nuestro pensamiento, detenninado lingtiisticamente, no solamente colabora con nuestros ideales culturales, sino que llega a comprometer incluso nuestras reacciones personales inconscientes en sus modos, otorgándoles cierto carácter típico. Ahondando un poco más en esa hipótesis Whotfiana, debemos de indicar que, el conocimiento íntegro de la misma se completa con la aportación Sapiriana, tal aporte supone el nacimiento de la que es conocida como hipótesis SAPIR-WHoRF. Dicho supuesto parte de dos principios básicos: el determinismo lingúi’stico y la relatividad lingidstica. El primero establece que la Lengua tiene la capacidad de determinar el pensamiento —algo que ya venimos reiterando a lo largo del desarrollo de este texto— unido a esta premisa está el condicionamiento que aporta la relatividad lingílistica: el mundo nos oferta un complicado espectro de imágenes que la mente de las personas percibe y organiza a través de un patrón idéntico para toda una comunidad de hablantes y que se halla codificado en las estructuras de su Lengua (MARCELLES; y GARDIN, 1979>. Quedamos pues afiliados a esta idea que consideramos como pertinente para fundamentar nuestras actuaciones, y para tener conciencia de la importancia que adquiere el buen uso, y sobre todo, una adecuada enseñanza del lenguaje. Los procesos educativos, en materia Iingtiística, influirán de un modo muy directo en el tipo de sociedad que tengamos. Como ya ha quedado expresado antes, cuan más comunicativa es una sociedad, mayores son sus posibilidades de alcanzar un desarrollo óptimo. Analicemos el porqué. Deducimos pues que el pensamiento está vinculado profundamente al lenguaje, y por lo tanto todo conocimiento tendrá un origen lingúístico, aunque no olvidamos que en la representación que el individuo se hace del mundo también colaboran elementos no lingtiísticos como las imágenes sensoriales unidas a la percepción y a la motricidad. No debemos olvidar que dichas imágenes quedarían incluidas también dentro de un concepto más amplio de lenguaje, aunque sea no verbal. En este sentido nos referimos al lenguaje interno a través del cual se desarrollan todos nuestros procesos cognitivos y que gracias al mismo vamos a comunicamos con nosotros mismos, a organizar nuestro conocímiento o analizar las cuestiones que nos puedan surgir.

Al envolvemos desde nuestro nacimiento, el lenguaje nos irá imponiendo un punto de vista no sólo acerca del mundo al que se refiere sino también sobre el empleo de la mente con respecto a este mundo (BRUNER, 1984). El lenguaje nos irá presentando, de una manera muy sutil una perspectiva determinada de la realidad y nos irá posicionando, consciente o inconscientemente ante el mundo. En este sentido queremos citar una frase de Francis BACON quien nos decía que: «Ni la mente ni la mano pueden lograr mucho por sí solas, sin ayudas y herramientas que las perfeccionen. Y la principal de estas ayudas y herramientas es el lenguaje y las normas para su uso» (BRUNER, 1984:198).

La persona, al ir aprendiendo un lenguaje, va adquiriendo paralelamente un mundo de significados que van configurando su intelecto y la van socializando en una cultura determinada, con lo cual observa y analiza lo que le rodea desde una particular y universal perspectiva.

3. La comunicación, signo de una sociedad basada en la concordia.
Parece algo de perogrullo el contenido del epígrafe que encabeza este apartado, pero si lo analizamos de un modo más profundo veremos cómo existen cosas en las que es necesario profundizar. Semánticamente hablando, comunicar significa transmitir, hacer participe a otro de lo que uno conoce o tiene, decir, en definitiva, tiene connotaciones de relaciones humanas, podemos afirmar que es el vehículo más eficaz para hacer llegar al semejante nuestras ideas, deseos, sentimientos,...

Todo ello guarda una estrecha relación con e! nivel de desarrollo de un grupo de amigos, comunidad, en definitiva de una sociedad. Escudriñando las razones por las cuales surgen los conflictos, hallamos que en la mayoría de las ocasiones se producen por la falta de entendimiento entre las personas, no existe una comunicación fluida y diáfana. Pero, ¿qué debemos entender en esos casos por comunicación? Haremos referencia a la puesta en escena de la competencia comunicativa adquirida durante los periodos de formación de las personas, dependiendo del grado de adquisición de tal competencia, la actuación tendrá unas repercusiones u otras. Es importante pues, el haber formado a la población para un efectivo uso, en este caso de la lengua traducida en la parole (el habla). Esas hechuras sociales del lenguaje, y la influencia de este último en la concordia del funcionamiento de una sociedad, nos conducen irreversiblemente a hablar de las relaciones que guardan lo lingílistico y la psicología social y comprobamos cómo en el fondo todo es psicológico en la Lengua, en palabras de SxussuaE (1913): la linguistica forma parte de la psicología social. Por tanto, en el estudio científico del modo en que los individuos perciben, influyen y se relacionan con los demás, deberemos tener en cuenta la aceción del lenguaje como componente de los procesos sociales. En la interacción de elementos que conforman el sistema social, el lenguaje tendrá la misión de coordinarse con el resto de los integrantes del sistema. Queda claro que una sociedad en armonía va a depender en gran medida del tipo de comunicación que se dé en la misma, pero, nos queda una asignatura pendiente: cómo formaremos a la ciudadanía en materia de competencia comunicativa.
La clave residirá en la educación que podamos proporcionarle, ésta va a ser el medio que utilicemos para que pueda ser adquirida dicha destreza, por tanto, debemos tratar con mucho mimo tal sistema de formación.

4. La educación es el medio

Efectivamente, recurrimos para la adquisición de la competencia comunicativa a la educación, este hecho social —al igual que el lenguaje—, se caracteriza por adaptar al individuo a las demandas de la sociedad, en nuestro caso, una sociedad comunicativa y reflexiva. Y no debemos olvidar que todo el proceso educativo se realiza através y por el lenguaje, de ahí la interconexión entre ambos. Emile OURKHEIM (1981) va a constatar que en todas las sociedades se da una educación, conforme a tradiciones, costumbres, reglas explícitas o implícitas,en el cuadro determinado de instituciones, con un utillaje propio, bajo la influencia de ideas y sentimientos colectivos. Dicho esto, podemos observar cómo la educación es relativa, se nos presentará siempre como intención, acción, valor y producto siempre en función de... Actualmente, la concreción escolar aplicada al alumnado se ha traducido en el «neo-barbarismo» currículum, la L.O.G.S.E (1990) en su artículo cuarto, lo define como ( cuando señala que el lenguaje ocupa un lugar de excepcional importancia por no ser sólo un medio para comunicar significaciones, sino
constituir el medio por excelencia en el cual las personas se interrelacionan fundando ámbitos. El lenguaje tiene el poder sobrecogedor de fundar ámbitos de convivencia o de aunarlos. Si se considera que la persona es dialógica comunitana y no un ser recluido en sí, se advierte que el lenguaje figura entre los momentos que integran el proceso de constitución de la realidad personal humana. Pues bien, esa Filosofía debería reforzar la idea de la trascendencia que adquiere el lenguaje, reconsiderando de ese modo, la idea de enseñanza, para de ese modo conducirnos hacia la sociedad comunicativa que desde este texto tanto estamos demandando. Pero, ese es el objetivo, la realidad es bien distinta, veamos cómo se halla la situación actual en materia de enseñanza lingílistica.

5. La mirada al vacío: la enseñanza basada en las estructuras

Reparemos en cómo está siendo concebido el lenguaje en nuestra sociedad.
Ante todo, tenemos que indicar que dista mucho de ser el que debería para alcanzar esa pretendida sociedad armónica que con anterioridad esbozábamos. Si nos adentramos de lleno en lo que es la enseñanza de la Lengua y la Literatura en nuestras aulas, descubrimos un modelo antagónico al apuntado de tipo comunicativo.
Sí, lo conceptual se impone, esas estructuras que las filologías se han encargado de fomentar, son la nota predominante. La apuesta por lo estructural es importante, pero abordado desde una descontextualización, puede llegar a convertirse en un juego sin más. La sintaxis se transforma en algo críptico que hay que descifrar, aunque no sepamos para qué, y es complicado el hacer que tal envite sea situado adecuadamente en el proceso educativo. Creemos que la enseñanza del lenguaje debe ser funcional, su vertiente social es vital, y por ello su aprendizaje debe ser estar en consonancia, su función primordial no es la de construir silogismos, ni la de redondear periodos, ni la de plegarse a las leyes del Alejandrino. Debe estar al servicio de la vida, y no de la vida de unos pocos sino de la de todos y todas (BALLY, 1977). Dimana de tal enunciación que se impone una transición, aunque el marco legal de la L.O.G.S.E. ampara una enseñanza para y por
la vida, parece ser que el profesorado no ha tomado conciencia de la filosofía de la refonna o no ha sido informado de la misma y continúa con el estilo didáctico con el cual procedía años atrás. La casi exclusiva dedicación del profesorado a fomentar en el alutnnado un aprendizaje memorístico de cuestiones gramaticales —principalmente aspectos sintácticos— motiva que este último no tenga conciencia de la importancia de las habilidades lingilísticas que debe desarrollar, y consecuentemente se produce un efecto de rutinización, es decir, el discente considera que el lenguaje es un estadio más a superar durante la escolarización, y le concede un tratamiento puntual, lo que le conduce al olvido y posterior deterioro de sus posteriores actuaciones lingilísticas. La situación no es sencilla de abortar, ya que, se ha establecido un tácito acuerdo entre profesorado y alumnado por el cual la dinámica de aula se limita a la lección magistral del primero y a la repetición mimética de las enseñanzas por parte del segundo. Evidentemente, las estadísticas no engañan, y la voz de alarma comienza a sonar, la ciudadanía cada vez emplea
el lenguaje de un modo más deficiente, ¿por qué? La falta de significatividad de lo trabajado en las aulas, la falta de motivación, la desorientación, el no saber para qué hacer las cosas,... son algunas de las razones por las cuales, las nuevas generaciones muestran ese mal tono general en sus destrezas lingílísticas. Es entonces cuando se nos plantea la cuestión: ¿estamos asistiendo a una profunda crisis del lenguaje?, ¿nos hallamos ante un momento de decadencia? Bien es cierto
que, por ejemplo, las Nuevas Tecnologías han eclipsado el papel protagonista que tenían la palabra escrita y hablada hace un tiempo, ahora se impone lo verboicónico, primando más lo icónico, el alumnado se siente especialmente atraído por la novedad que supone la imagen, pero aparte de ser novedoso, la atracción se produce también por la comodidad, las Nuevas Tecnologías no invitan al pensamiento, ofertan las cosas sólo para el disfrute y no para la creación, el discente no se siente incentivado para desarrollar su imaginación, esta última se diluye en la oferta que le proporcionan los distintos medios con los que interacciona. Desde nuestra forma de concebir la enseñanza —en especial de la Lengua— no nos oponemos a la utilización de las Nuevas Tecnologías, en los distintos contextos en los que interactúa el sujeto (familia, escuela, amigos,...), la puntualización que realizamos es, que éstas deben ser un complemento y nunca un sustituto de la comunicación humana. Creemos que esa proliferación de lo icónico es el principal handicap, que encuentra la Lengua en nuestros tiempos, es por ello, que existe un tupido velo que oculta la Lengua y hace que sea resaltada la imagen, pero no es así,
ya que, pese a esta pequeña época de oscurantismo, la Lengua siempre ha estado en el proceso vital del ser humano y creemos que estará por mucho tiempo en el mismo. Pero, hay que luchar contra esta etapa oscura de la Lengua, se impone otro tipo de enseñanza dentro las aulas, hemos de motivar al alumnado, hacerle sentir que la Lengua es tan o más atractiva que todo lo que le pueda ofrecer la imagen, pretendemos que el lenguaje cale entre los y las estudiantes, que comprendan su importancia y así lo cultiven como algo valioso de lo que se tienen
que valer para manejarse en la vida.

6. Una enseñanza crítica y reflexiva

Esta es la alternativa a la enseñanza tradicional. La enseñanza de la Lengua y la Literatura precisa de un giro, de un cambio. Como sabemos, la Lengua no es una asignatura más, requiere de un exquisito trato. Es por esa razón por lo que tendemos hacia el modelo crítico, si ansiamos un uso funcional de la Lengua, tenemos que enseñarla bajo una perspectiva que aúne teoría y práctica. Consideramos que la Lengua es un valor más, es por ello que el modelo desde el cual actuemos debe contemplar el ensalzamiento de los valores. Coincidiendo con CARR y ¡
(1988), asumimos que, la educación debe rechazar aquellas nociones positivistas de racionalidad, objetividad y unidad; debe admitir la necesidad de utilizar las categorías interpretativas de los docentes; suministrará medidas para distinguir las interpretaciones que se hallan ideológicamente distorsionadas de las que no están; y debe proporcionar también alguna orientación acerca de cómo superar los entendimientos distorsionados; se preocupará por identificar aquellos aspectos del orden social existentes que frustran la persecución de fines racionales y debe poder ofrecer explicaciones teóricas mediante las cuales los y las enseñantes vean cómo eliminar o superar tales aspectos; y finalmente, es práctica en el sentido de que la cuestión de ser consideración educacional va a quedar determinada por la manera en que se relacione con la práctica. La idea principal de esta línea de pensamiento viene determinada por la asunción de que la educación no es algo dado, prescrito, sino que está contextualizada, y supone un proceso de construcción constante, todos los integrantes del proceso tienen un papel activo en esa generación de saberes (G¡~oux, 1990), es la idea de incertidumbre la que impulsa la acción de los componentes de la acción educativa. Todo ello repercute de un modo directo en que la formación sea para la vida, es decir, el alumnado recibe unos conocimientos que deben ser funcionales, que le serán útiles. Claro está que estamos girando en tomo a un concepto clave, el cual hemos mencionado antes como propulsor del desarrollo de tina sociedad: la comunicación. Nos aproximaremos al concepto de HABERMAS (1997) cuando nos dice que ésta es interacción simbólicamente mediada, que se orienta por normas obligatorias que definen expectativas reciprocas de comportamiento y que tienen que ser entendidas y reconocidas al menos por dos sujetos agentes. Buscamos con la misma el interactuar con el mundo de un modo en el cual afloren la verdad, la justicia y la veracidad. Vista de este modo, la escuela se convertirá en una reproducción a pequeña escala de lo que significa vivir la realidad cotidiana, de tal modo que no existirá un abismo entre lo que se realiza en la misma y lo que sucede en la realidad. Últimamente, ha existido una gran distancia entre lo trabajado en la escuela y lo que en realidad la sociedad demandaba, es esa una de las razones de la búsqueda de un cambio, el intento por formar una ciudadanía crítica y reflexiva que pueda propiciar una transformación social, que permita albergar el acceso de las personas a las mismas oportunidades, en definitiva, que facilite la eliminación de diferencias. En el caso que nos ocupa, la enseñanza de la Lengua, debido al carácter transversal de la misma, va a propiciar que se deba imponer esta forma de concebir el mundo y los procesos de Enseñanza- Aprendizaje. Es a los didactas de la Lengua y la Literatura a los que corresponde diseñar las concreciones prácticas que conlíeva la aplicación de tal modelo crítico, siempre basado en el objetivo último de la Lengua: seguir fomentando el desarrolío
de la competencia comunicativa de la persona (LÓPEZ VÁLERO, 1998a). Nos hallamos por tanto en la pesquisa de una metodología que supla las carencias del anterior modelo utilizado y que se adapte a nuestras pretensiones. RODRÍGUEZ Roio (1997:41) apunta la Didáctica crítica, como propitesta de enseñanza, ¿lía define como: «una ciencia teórico-práctica que orienta la acción reconstructiva del conocimiento, en un contexto de enseñanza-aprendizaje, mediante procesos tendencialmente simétricos de comunicación social, desde el horizonte de una racionalidad
emancipadora», existen términos clave en dicha definición que, como ya hemos dicho con anterioridad, suponen las señas de identidad de una enseñanza crítica, nos estamos refiriendo a la relación indisociable teoría-praxis, a la acción reconstructiva del conocimiento, a la coníextualización y a la comunicación social. Es evidente, que la corriente psicológica que proporciona soporte a esta concepción es el constructivismo, con unos presupuestos totalmente diferentes del conductismo, concretamente en lo que respecta a la enseñanza de la Lengua, tendremos en cuenta los conocimientos previos dcl alumnado para propiciar una actuación que conduzca a la elaboración de esquemas de conocimiento por parte del mismo (MENDOZA
FILLOLA, LÓPEZ VALERO y MARzOS NÚÑEz, 1996), es el marco psicopedagógico de la L.O.G.S.E. el que nos facuha para realizar estas actuaciones apuntadas.
Está claro que cada alumno o alumna posee unas características personales que no son iguales a las del resto del alumnado, es esa la razón por la cual, debemos buscar un modelo que se adecúe a esas condiciones, y pensamos que el modelo crítico cumple con los requerimientos que aquí mencionamos. IDe todos modos, la práctica de una minoría de docentes que en la sombra han trabajado bajo este pensamiento, ha conllevado que podamos apuntar un medio para la consecución de este referido modelo crítico, ese medio es el Taller de Lengua y Literatura.

7. ¿Cómo se concreta tal actuación en el área de Lengua y Literatura?


Los talleres

Como ha quedado mencionado, requerimos de un medio que nos permita poner en marcha el conjunto de ideas que nos ofrece el modelo crítico, además, necesitamos entroncar la enseñanza de la Lenguacon su vertiente social, ese carácter propio del lenguaje que venimos apuntando durante todo el texto. El Taller de Lengua y Literatura debe ser el referente obligado para la consecución de todos los fines aludidos. El Taller surge como alternativa al tedio, a las improductivas clases teóricas de Lengua y Literatura, a la aberración que supone pedir a las personas que basen en la memorización la adquisición del instrumento que les va a servir para desenvolverse en la vida, surge también corno contrapartida al desaprovechamientode la infinitud de posibilidades que las propias personas ofrecen, fruto de sus experiencias personales, en un momento determinado el trabajar sobre un tema de actualidad puede ser mucho más enriquecedor lingílistica y personalmente para los implicados en la acción educativa. Con ello no se destierra el aprendizaje conceptual, que sigue siendo importantísimo, pero si se realiza su adquisición de un modo distinto. Nuestro objetivo, al aplicar el taller, no deja de ser otro que el de dar una mejor utilización y conecto trato a la palabra como instmmento de comunicación y a la vez de juego, profundizando en los mecanismos del propio lenguaje y del meta-lenguaje dirigidos hacia un uso creativo, poético y lúdico de la Lengua. La incidencia que pueda tener el taller en el cambio o creación de actitud positiva hacia la palabra es un hecho trascendental para la construcción de la pretendida sociedad comunicativa y reflexiva, debemos conseguir que el alumnado sea consciente de la importancia del lenguaje como elemento vertebrador de su pensamiento y como integrante clave de su proceso de autonealización personal; tenemos la necesidad de motivar a los y las estudiantes, por tanto optaremos por Didáctica (Lengua y Literatura) un tipo de aprendizaje heurístico, aquel que basa su funcionamiento en la creatividad
del alumnado, al hacer referencia al mismo, de un modo inherente, estamos aludiendo a la investigación, al tratamiento y la creación de elementos desconocidos hasta ese momento por el discente (GUERRERO Ruiz y LÓPEZ VALERO, 1992).
Obviamente, el taller no es una actividad puntual, se halla incardinado dentro de un Proyecto Curricular, el cual a su vez se inserta en el correspondiente Proyecto Educativo, es por ello que la enseñanzas que estaban programadas en el centro no quedan alteradas, simplemente se trata de impartirías de un modo distinto. Lo cierto es que es un poco inípactante el acceder a un aula donde se estén llevando a cabo los Talleres de Lengua y Literatura, y observar cómo el profesor o la profesora no se halla en el encerado cumpliendo su papel de ejecutoría omnisciente y omnipresente, en ellos el profesorado pasa a ser un facilitador del conocimiento (LÓPEZ VÁLERO y ENCABO FERNÁNDEZ, 1998), es una ayuda que el alumnado encuentra en su proceso de construcción del conocimiento, además del profesorado hallará la inestimable colaboración de sus semejantes, ya que, de la misma forma, se fomentará la tutoría entre iguales, el aprendizaje cooperativo, y en el caso de alumnado con necesidades educativas especiales, los círculos de amigos y amigas. Ese nuevo rol del profesorado no significa que la preparación de éste deba ser menor, al contrario, debe ser un profesional con más competencia, ya que, puede que las ansias investigadoras del alumnado requieran de un guía cualificado, por tanto debe estar preparado para responder a cualquier propuesta. Reiteramos que el taller no implica el ser una cuestión puntual, es una filosofía de enseñanza, es la actividad, la acción, la instrumentalización referencial de los conceptos, en donde es posible planificar el trabajo en base a los conocimientos de la persona, buscando motivaciones para que el alumnado se sienta significativo, construyendo de ese modo la enseñanza y teniendo en cuenta el contexto social y las teorías cognoscitivas de su propia evolución. El taller no es el fin sino el medio didáctico, pero en ese medio ponemos en práctica la finalidad curricular oculta de la asunción de nuevos conocimientos. Desde un planteamiento constructivista del aprendizaje, pensamos que la mejor opción a la hora de hacer uso de la Lengua y la Literatura, es la de manipularías y recrearías desde la propia competencia del alumnado y para ello el taller se transforma en una óptima estrategia didáctica. Justifiquemos ahora por qué el taller se convierte en la transposición didáctica de la característica social del lenguaje y de su función vertebradora del pensamiento.
La concepción del taller como un medio, como un lugar donde vamos a llevar a cabo los aprendizajes para la vida, demuestra en gran medida que tenemos en cuenta la estrecha unión desarrollo vital-lenguaje. Sabemos que el lenguaje debe ser funcional y no podemos constreñir su aprendizaje a actuaciones aisladas basadas únicamente en la teoría. Mucho más si consideramos que el nivel de desarrollo del lenguaje que adquieran las personas va a condicionar sobremanera,
su devenir en la vida. Reclamamos pues, desde este escrito la reconsideración por parte de la sociedad en general y de los docentes en particular del tratamiento que estamos dando al lenguaje, reflexionemos sobre la premisa que ha sido aportada en este texto: el nivel de óptimo desarrollo de una sociedad depende de la competencia comunicativa de su ciudadanía, lo cual está estrechamente relacionado con la adquisición de destrezas lingílísticas por parte de las mismas. Consecuentemente, se impone el cambio.

8. Sigamos en la lucha por el cambio

Como epilogo a este escrito, desearíamos recapitular lo apuntado en el mismo, y trazar de un somero modolas perspectivas futuras que nos acontecerán. En primer lugar, hemos de decir que cada vez estamos más convencidos de que lenguaje y pensamiento funcionan a la par y el primero condiciona al segundo (PIAGET, 1983), de igual modo, no dudamos de la trascendencia social que adquiere el lenguaje y es por ello por lo que nos encontramos preocupados por el devenir que pueda tener la enseiianzalaprendizaje del mismo en épocas venideras. Comprendemos que el subitu impacto que están teniendo las Nuevas Tecnologías en este final de siglo está haciendo opaca la labor de la Lengua, pero ésta aún sigue ahí, y debemos poner los medios para que recobre su papel protagonista en las relaciones entre las personas.
Para ello creemos que el cambio debe venir dado por una concepción crítica de la enseñanza, últimamente esta tendencia ha experimentado un aumento al alza, contemplándose extensa literatura relacionada con la misma (LÓPEZ VALERO, 1999). esa es la razón que nos hace albergar esperanzas de una involuciónque restaure el papel principal del lenguaje, éste ha estado siempre acompañando al ser humano en su periplo vital y no creemos que vaya a dejar de hacerlo. La Didáctica de la Lengua y la Literatura como disciplina joven que es (LÓPEZ VALERO, 1998b) debe idear y arbitrar las metodologías y recursos más adecuados para la consecución de este ambicioso objetivo. El reto queda ahí, hagámoslo factible.

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